YouTube, una de las mayores plataformas para compartir vídeos, se ha convertido en el último objetivo de una creciente ola de demandas contra los gigantes de las redes sociales. El estado de Arkansas ha presentado una demanda contra YouTube y su empresa matriz, Alphabet, acusando a la plataforma de contribuir a una crisis de salud mental juvenil.
La demanda, presentada en septiembre de 2024, alega que la naturaleza adictiva de YouTube está dañando el bienestar mental de los jóvenes de Arkansas. Según el estado, el impacto de la plataforma lo ha obligado a destinar millones de dólares a servicios de salud mental para niños y adolescentes. La demanda alega que YouTube viola las leyes estatales sobre prácticas comerciales engañosas y molestias públicas al explotar la respuesta a la dopamina de los niños con contenido diseñado para mantenerlos entretenidos.
Uno de los argumentos centrales para esta afirmación es que a medida que aumentó la popularidad de YouTube, también aumentaron los problemas de salud mental entre los jóvenes. Acusa a YouTube de atraer a los jóvenes y obtener ingresos publicitarios mediante la promoción de contenidos nocivos, lo que contribuye al aumento de problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión entre los niños.
Si bien Arkansas no ha especificado el monto exacto de los daños, el estado está buscando una orden judicial que obligue a YouTube a financiar programas de prevención y tratamiento para abordar los efectos del uso excesivo de las redes sociales. El Estado también pide iniciativas educativas destinadas a frenar los efectos nocivos de plataformas como YouTube.
Hoy presenté una demanda en su contra. @Google, @YouTubey su empresa matriz por participar en prácticas comerciales engañosas y desleales en violación de la Ley de Prácticas Comerciales Engañosas de Arkansas (ADTPA).
YouTube advierte a usuarios y padres sobre la seguridad de sus plataformas para… pic.twitter.com/C0yoOfVnAA
— Fiscal General Tim Griffin (@AGTimGriffin) 30 de septiembre de 2024
Pero la empresa matriz de YouTube, Google, ha negado las acusaciones. En un comunicado, el portavoz de Google, José Castañeda, negó las afirmaciones de la demanda y dijo que la compañía siempre ha priorizado brindar una experiencia más segura y saludable a los usuarios jóvenes. Castaneda enfatizó que YouTube trabaja en estrecha colaboración con expertos en salud mental y padres para ofrecer servicios apropiados para la edad y controles parentales sólidos diseñados para proteger a los usuarios jóvenes de contenido inapropiado.
La demanda también toca un debate más amplio sobre el papel de las redes sociales en la vida de los niños. La decisión de Arkansas de emprender acciones legales contra YouTube se produce en medio de esfuerzos del estado para introducir una ley que requeriría el consentimiento de los padres para que los menores creen cuentas de redes sociales. La ley fue bloqueada por un juez federal, pero el tema sigue en el centro del debate nacional sobre los peligros potenciales de las plataformas de redes sociales.
Además de YouTube, Arkansas se ha dirigido anteriormente a otras plataformas como TikTok y Meta (la empresa matriz de Facebook) en demandas similares alegando que las plataformas engañan a los usuarios sobre la seguridad infantil y las protecciones de privacidad. Esta última acción legal representa una tendencia creciente en todo el país a medida que aumentan las preocupaciones sobre los efectos de las redes sociales en la salud mental de los usuarios jóvenes.
Las empresas de redes sociales, incluidas YouTube, TikTok y Meta, se han enfrentado a un mayor escrutinio por parte de legisladores y educadores, y algunos han pedido regulaciones más estrictas. A principios de este año, las escuelas canadienses presentaron una demanda por 4.500 millones de dólares contra TikTok, Meta y Snapchat, alegando que las plataformas socavan el sistema educativo.
Si bien las demandas continúan, el debate sobre la responsabilidad de las empresas de redes sociales de proteger a los niños de los daños a la salud mental está lejos de terminar. El caso de Arkansas contra YouTube podría sentar un precedente para futuras batallas legales centradas en la responsabilidad de los gigantes tecnológicos por el bienestar de sus usuarios más jóvenes.