Según se informa, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha pedido ayuda militar al presidente ruso, Vladimir Putin, en medio de las crecientes tensiones con Estados Unidos. Según documentos internos del gobierno estadounidense, Maduro busca urgentemente fortalecer las capacidades militares de Venezuela en medio de crecientes preocupaciones sobre las operaciones militares estadounidenses en la región.
La solicitud de Maduro incluye apoyo para la reparación y modernización de aviones militares, una revisión de los sistemas de radar de defensa y la potencial compra de misiles. La medida estratégica señala los esfuerzos de Venezuela para fortalecer su ejército en medio de la creciente presión de Estados Unidos.
Además de Rusia, Venezuela busca el apoyo de China e Irán. Según se informa, los mensajes al presidente chino Xi Jinping han subrayado la importancia de «ampliar la cooperación militar» para contrarrestar lo que se percibe como una agresión estadounidense. Maduro pidió a las empresas chinas que aceleren la producción de sistemas de detección de radar para su uso en Venezuela. Las conversaciones de Venezuela con Irán se centran particularmente en la escalada militar, incluidos planes para suministrar equipo militar y activos de alta tecnología, como radios de interferencia GPS y drones que pueden operar a hasta 1.000 kilómetros (620 millas) de distancia. Sin embargo, las respuestas específicas tanto de China como de Irán siguen sin estar claras.
Un indicador significativo de la situación fue la reciente llegada a Caracas de un avión de carga ruso Il-76. Según se informa, el avión sancionado por Estados Unidos voló una ruta sobre África para evitar el espacio aéreo occidental, lo que ilustra el alcance del apoyo militar a Venezuela.
Estos acontecimientos se producen en medio de un aumento significativo de la actividad militar estadounidense en el Caribe. Estados Unidos ha aumentado su presencia naval en la región en los últimos meses, lanzando numerosas operaciones contra presuntos narcotraficantes que se cree operan frente a las costas de Venezuela. Estas operaciones han provocado un número importante de víctimas: desde septiembre se han reportado al menos 61 muertes. Sin embargo, la administración Trump aún no ha proporcionado pruebas definitivas que vinculen las embarcaciones que fueron objetivo de estas operaciones con el narcotráfico, lo que Maduro niega categóricamente.
Además, Estados Unidos ha fortalecido su postura militar al volar bombarderos B-1B y B-52 cerca del espacio aéreo venezolano, además de desplegar el grupo de portaaviones USS Gerald R. Ford en América Latina y desplegar 10 aviones de combate furtivos F-35 en Puerto Rico.
La situación subraya el panorama de seguridad cada vez más volátil en el Caribe, ya que la administración de Maduro parece decidida a brindar apoyo militar a la luz de las amenazas percibidas de Estados Unidos.












