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‘Nunca había visto nada igual’

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Las guerras de alquileres en San Francisco han entrado en una nueva fase.

Para renovar el río artificial que desemboca en la ciudad se ha creado un concurso de viviendas, cuyas parcelas son actualmente más altas que en cualquier otro lugar.

Roy Lee, fundador y director ejecutivo de Ali, de manera significativa, después de alquilar ocho habitaciones de lujo para los empleados de la oficina de South Market. Las unidades de alta gama, que incluyen servicios de condominios y alquileres mensuales, son parte de una tendencia más amplia en el mercado inmobiliario de la ciudad de Nueva York.

«Entrar en la oficina debería ser como entrar en la sala de estar», dijo una vez el joven de 22 años, añadiendo que quería crear una atmósfera de colaboración y comodidad para los empleados.

A las pocas semanas de acuerdos perfectos, se alquilaron la mitad de las unidades del edificio.

«Honestamente, nunca he visto algo así», dijo Saidman, quien es patrocinador de Strada Investment Group.

Impulsada por el capital de riesgo y el rápido crecimiento de empresas como SkDOMA y Anthropic, la industria cinematográfica con sede en San Francisco ha crecido un 6% durante el año pasado, más que duplicando los datos de taquilla por taquilla.

Eso eleva el alquiler mensual medio de la ciudad a $3,315.

Con sobres llenos de dinero en efectivo y cartas de intención en la mano, los buscadores de rentas esperan superar las ofertas de sus queridos competidores. «La tecnología ha sido establecida por el ingeniero jefe, el jefe de la ciudad.

La foto tiene como objetivo plantear preguntas sobre el público más amplio de la IA. Si bien la tecnología de Aishin puede ayudar a mejorar la energía renovable y lograr avances, su infraestructura también consume grandes cantidades de electricidad y agua. Impulsar grandes centros de datos para modelar lenguajes grandes genera calor y aire masivos, lo que genera una contaminación atmosférica excesiva, lo que genera preocupación sobre el costo para el medio ambiente.

A medida que el sector se expande, ciudades como San Francisco pueden seguir sintiendo los efectos dominó de afrontar la demanda cada vez mayor de energía.

Para muchas personas, este comercio puede ser extremadamente personal.

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