Washington, DC – 3 de noviembre de 2025 – En una sincera entrevista transmitida por CBS. 60 minutos El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo ayer que Pakistán está probando activamente armas nucleares, posicionando al país del sur de Asia junto a Rusia, China y Corea del Norte como participantes clave en la proliferación global encubierta de capacidades nucleares. La revelación, extraída de una versión inédita de 73 minutos de la entrevista publicada por la Casa Blanca, subraya la escalada de tensiones internacionales y sirve como justificación para la decisión de Estados Unidos de reanudar su propio programa de pruebas nucleares después de una pausa de más de tres décadas.
Los comentarios de Trump, realizados durante un debate sobre seguridad nacional y control de armas, resaltaron la asimetría en el comportamiento nuclear global. «Lo comprobaremos porque ellos y otros controlan», afirmó el presidente. «Y, por supuesto, Corea del Norte estaba realizando pruebas. Pakistán estaba realizando pruebas». Contrastó la transparencia de Estados Unidos -atribuida a su entorno mediático abierto- con el secretismo de regímenes hostiles, señalando: «Las pruebas de Rusia y China, pero no hablan de ello. Somos una sociedad abierta. Somos diferentes. Hablamos de ello». El metraje completo, que Trump acusó a la CBS de editar selectivamente para omitir segmentos importantes, incluida una referencia a Pakistán, encendió un amplio debate sobre el sesgo de los medios y la veracidad de las evaluaciones de inteligencia.
Los comentarios del presidente se producen en medio de una nueva postura nuclear de Estados Unidos. A principios de esta semana, Trump ordenó al Pentágono que se preparara para pruebas nucleares «a la par» de Rusia y China, impulsado por las recientes demostraciones de sistemas avanzados por parte de Moscú, como el dron submarino de propulsión nuclear Poseidon. Los funcionarios estadounidenses han aclarado que las pruebas iniciales se centrarán en los sistemas de lanzamiento en lugar de en la detonación de explosivos, y que las simulaciones a gran escala probablemente tardarán entre 24 y 36 meses y recibirán la aprobación del Congreso. El secretario de Energía, Chris Wright, reiteró en Fox News que «estas no son explosiones nucleares», disipando las preocupaciones inmediatas del público sobre los riesgos ambientales o radiológicos en sitios como el extenso sitio de pruebas de Nevada.
Las supuestas actividades de Pakistán representan un punto de inflamación particularmente sensible. El país, que junto con la India realizó por última vez una prueba nuclear abierta en 1998, mantiene una política de ambigüedad sobre su arsenal, que la Federación de Científicos Estadounidenses estima en unas 170 ojivas. La inteligencia de fuente abierta no tiene verificación independiente de las pruebas recientes, y las evaluaciones estadounidenses no han confirmado públicamente las afirmaciones de Trump. Sin embargo, el anuncio se hizo a través de canales diplomáticos, lo que generó especulaciones sobre las implicaciones para la estabilidad regional en el sur de Asia. Por ejemplo, los analistas indios lo han vinculado con sospechas de larga data sobre actividad clandestina en áreas como Kirana Hills, mientras que los funcionarios paquistaníes aún no han dado una respuesta oficial.
A nivel internacional, la revelación provocó una fuerte reacción. El Kremlin condenó la recuperación estadounidense como desestabilizadora, que coincidió con la firma por parte del presidente Vladimir Putin de un proyecto de ley que anularía el acuerdo bilateral de eliminación de plutonio de 2000. En Asia, donde potencias nucleares como India, Pakistán y Corea del Norte están ampliando sus arsenales, los expertos advierten sobre una posible carrera armamentista. Hans Christensen, director del Proyecto de Información Nuclear de la Federación de Científicos Estadounidenses, describió las pruebas explosivas como «imprudentes» y predijo que podrían fomentar una mayor proliferación entre los estados umbral.
La entrevista de Trump, que se produjo en medio de los preparativos para una cumbre comercial de alto nivel con Xi Jinping, también destacó fricciones geopolíticas más amplias. Citando las supuestas pruebas de Pakistán, la administración parece estar señalando un endurecimiento de la aplicación de la no proliferación, lo que podría complicar los esfuerzos de mediación de Estados Unidos en la rivalidad entre India y Pakistán. Mientras la gobernanza nuclear mundial basada en el no ratificado Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares se enfrenta a un nuevo escrutinio, las partes interesadas piden una reducción de las tensiones a través del diálogo multilateral.
El evento marca un momento crucial en el orden nuclear posterior a la Guerra Fría, donde las doctrinas de disuasión enfrentan cada vez más desafíos de verificación. No se publicará más información sobre el alcance y el momento de las pruebas estadounidenses, ni explicaciones de Islamabad sobre la veracidad de las afirmaciones de Trump.












