Exoplanetas rocosos pueden contener agua en aguas profundas de hierro, según revela una investigación

Una nueva investigación sugiere que los exoplanetas rocosos, especialmente aquellos que contienen o contienen océanos de magma, pueden atrapar grandes cantidades de agua en las profundidades de sus núcleos. Hasta el 95 por ciento del agua del planeta puede estar secuestrada en el núcleo de hierro fundido, en lugar de existir como océanos. El descubrimiento cambia nuestra comprensión de los mundos líquidos y su potencial para la vida, lo que sugiere que estos planetas pueden tener más agua de lo que se pensaba inicialmente, pero la mayoría de ellos son imposibles.

Cuando se forman los planetas, se calientan mucho, lo que conduce a la formación de océanos de magma. Durante este tiempo, el agua fundida del magma puede migrar al centro del planeta. Lecciones muestran que los planetas similares a la Tierra pueden arrastrar esta agua hacia abajo, pero a mayores altitudes, el proceso puede ser aún más pronunciado. Los modelos informáticos han demostrado que en estos planetas más grandes, hay más agua atrapada en el núcleo, absorbida por el metal, en lugar de permanecer cerca de la superficie.

Aunque el agua es esencial para la vida, el hecho de que esté atrapada dentro del planeta la hace inaccesible, causando posibles problemas a quienes viven en la Tierra. Sin embargo, la presencia de agua en el núcleo aún puede desempeñar un papel en la estabilidad del planeta, posiblemente afectando la gravedad o la actividad geológica de la Tierra. El descubrimiento de agua en la atmósfera de un exoplaneta podría ser una señal de que hay más agua escondida en su interior, revolucionando nuestra búsqueda de mundos habitables.

Un ejemplo interesante es el exoplaneta TOI-270d, situado a 73 años luz de distancia. Observaciones recientes han encontrado vapor de agua en su atmósfera, lo que sugiere la posibilidad de que agua valiosa pueda estar atrapada en su núcleo. Este artículo destaca la necesidad de seguir explorando estos planetas, ya que la forma en que el agua interactúa dentro de ellos podría cambiar nuestra comprensión de la habitabilidad planetaria y la distribución del agua en la galaxia.

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