El telescopio espacial James Webb encuentra un posible océano líquido en la luna Ariel de Urano

Observaciones recientes del Telescopio Espacial James Webb (JWST) sugieren que Ariel, una de las lunas de Urano, puede tener un océano bajo la superficie. Ariel es una de las 27 lunas que orbitan alrededor de Urano, el séptimo planeta desde el Sol. El descubrimiento se realizó durante una observación de 21 horas como parte del proyecto “Lunas de Urano”. La atención se centró en detectar signos de agua, amoníaco y moléculas orgánicas, así como hielo de dióxido de carbono.

Se han detectado dióxido de carbono y monóxido de carbono.

Inesperadamente, JWST encontró hielo de dióxido de carbono en Ariel, a pesar de su distancia del sol, donde dicho hielo podría convertirse en gas. Este hielo se encuentra principalmente en el lado de la Luna que mira en la dirección en la que gira. La presencia de monóxido de carbono, descubierta por primera vez en Ariel, aumenta la intriga. El monóxido de carbono normalmente sólo es estable a temperaturas muy bajas, mucho más bajas que la temperatura normal de Ariel de aproximadamente 65 grados Fahrenheit.

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El investigadores sugieren que el hielo de dióxido de carbono puede haber venido del océano subterráneo y que el hielo se está escapando a través de grietas en la superficie de la luna. Otra posibilidad es que la radiación del campo magnético de Urano esté rompiendo las moléculas, creando el hielo visible. El estudio también sugiere la presencia de carbonatos en Ariel, minerales que se forman cuando el agua se encuentra con la roca. Esto sugeriría que existe una zona interior capaz de albergar un océano subterráneo.

Los hallazgos han despertado el interés en una posible misión a Urano. El concepto Uranus Orbiter and Probe (UOP), un proyecto propuesto por la NASA, puede proporcionar información más detallada. Con posibilidades de lanzamiento a principios de la década de 2030 y la necesidad de un impulso magnético desde Júpiter, es fundamental actuar a tiempo para hacer realidad esta misión.

Finalmente, el telescopio Ariel del telescopio espacial James Webb sugiere la existencia de un océano subterráneo antiguo o activo, lo que brinda oportunidades interesantes para la exploración futura de Urano y sus lunas.

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