En septiembre de 2023, los científicos que monitoreaban los terremotos en todo el mundo detectaron una señal inusual. Esta señal, que es diferente del sonido normal de un terremoto, sonó como un sonido continuo, que mantiene una frecuencia uniforme. Durante nueve días consecutivos, este sonido se escuchó en todo el mundo, desde el Ártico hasta la Antártida, dejando a los investigadores asombrados. Inicialmente identificado como “USO”, un evento sísmico desconocido, finalmente se identificó la fuente de la señal. Un enorme deslizamiento de tierra en el fiordo Dickson de Groenlandia es el responsable del misterioso zumbido. El evento implicó que un gran iceberg, lo suficientemente grande como para llenar casi 10.000 piscinas olímpicas, cayera al fiordo. Esto provocó un potente tsunami, con olas de hasta 200 metros de altura, el doble de altura que el emblemático Big Ben de Londres.
Fuente de la erosión de la Tierra
La degradación de la tierra estaba directamente relacionada con los efectos actuales del cambio climático. La reducción del hielo cerca del glaciar dañó la estabilidad del fiordo. El hielo había perdido decenas de metros de espesor a lo largo de décadas, lo que había provocado una estructura más débil. Cuando la montaña finalmente colapsó, la fuerza del colapso creó ondas sísmicas que se extendieron por todo el planeta.
Resultados del evento
en su estudio publicado En Science, el equipo de investigación señaló que la señal fue creada por ondas estacionarias en el fiordo causadas por deslizamientos de rocas. Estos hallazgos resaltan una reducción significativa de la sensibilidad y vulnerabilidad entre los sistemas de hielo, agua y tierra a medida que el clima se calienta.
A medida que las temperaturas globales continúan aumentando, los deslizamientos de tierra, los tsunamis y eventos similares en las regiones polares pueden volverse más frecuentes.