La NASA explica cómo las fuertes tormentas geomagnéticas provocan auroras espectaculares

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) emitió una alerta sobre una fuerte tormenta geomagnética, clasificada como G4. Se espera que la tormenta afecte las líneas eléctricas, los sistemas GPS y las comunicaciones por radio. A pesar de estos posibles inconvenientes, ofrece una oportunidad increíble de ver poderosas auroras a gran altura, especialmente en partes de Canadá y Estados Unidos.

El astronauta de la NASA Matthew Dominick, que se encuentra actualmente a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS), compartió un fascinante video en cámara rápida del evento. Esta ilustración muestra la luna poniéndose detrás de hermosas auroras rojas y verdes, seguida de un amanecer que arroja una suave luz azul sobre la nave espacial Soyuz. Este time-lapse se tomó utilizando una lente Arri Zeiss de 15 mm montada en una Nikon Z9, entregada recientemente a la ISS por el avión de carga Cygnus.

Las erupciones solares son responsables de estas tormentas geomagnéticas. Estas partículas se producen cuando el campo magnético inestable de la superficie del Sol expulsa partículas grandes al espacio. La intensidad de estos eventos se mide en una escala de G1 a G5, siendo G5 el más fuerte. A principios de este año se informó de una onda G5 que provocó importantes perturbaciones en las redes eléctricas, el GPS y las comunicaciones por radio.

Cuando estas partículas cargadas eléctricamente chocan con la atmósfera de la Tierra, interactúan con los gases atmosféricos, produciendo las auroras boreales o auroras. Se espera que esta actual tormenta geomagnética, clasificada como G2, continúe hasta el 14 de agosto. Durante este tiempo, las auroras seguirán siendo visibles, brindando un espectacular despliegue de belleza natural.

Si bien la tormenta plantea algunos desafíos, como posibles impactos en la tecnología y la infraestructura, también presenta la oportunidad de experimentar uno de los fenómenos más sorprendentes de la naturaleza. Las auroras en curso sirven como un sorprendente recordatorio de las poderosas interacciones entre nuestro planeta y el sistema solar.



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