Los astrónomos están observando dos agujeros negros inusuales, cada uno de los cuales produce fenómenos que desafían la comprensión actual de estos gigantes cósmicos. Uno, un agujero negro “asesino en serie”, está a punto de devorar su segunda estrella en cinco años, mientras que el otro, parte del recién descubierto sistema triple V404 Cygni, ha desmentido las teorías sobre la duración de la formación de un agujero negro.
El agujero negro “asesino en serie” alcanza otra estrella
Situado a 215 millones de años luz de la Tierra, este agujero negro supermasivo atrajo a los científicos por primera vez hace cinco años con una brillante llamarada. Una llamarada surgió de una estrella que se desplazaba muy cerca de ella, provocando lo que los astrónomos llaman un evento de perturbación de marea, o AT1910qix. La gravedad estiró y desgarró la estrella, dejando parte de sus restos alrededor. un agujero negro para empezar el resto en el espacio.
Dirigido por el Dr. Matt Nicholl de la Queen’s University de Belfast, un equipo de astrónomos rastreó este disco remanente durante años con potentes telescopios como el Observatorio de rayos X Chandra y el Telescopio Espacial Hubble. Recientemente, otra estrella ha comenzado a pasar por este disco cada 48 horas, creando una brillante explosión de rayos X con cada colisión. El Dr. Nicholl explica que es como un buzo que se sumerge en un charco de agua cada vez que golpea el agua, siendo la estrella el buzo y el disco el charco.
El Dr. Nicholl dijo: “Lo que no está claro es lo que eventualmente le sucederá a esta estrella. Puede ser arrastrada hacia el agujero negro, o puede eventualmente separarse de estos efectos repetidos.
Un raro sistema de triple agujero negro en Cygnus
Mientras tanto, en la constelación de Cygnus, un patrón triple inusual plantea dudas sobre el origen del agujero negro. El sistema se conoce como V404 Cygni e incluye un agujero negro de nueve masas solares y dos estrellas en órbita, una de las cuales está mucho más lejos de lo que pensaban los astrónomos. Kevin Burdge, investigador del MIT, señala que una supernova a menudo empuja a una compañera demasiado lejos como para permanecer ligada gravitacionalmente. Pero en este sistema, la estrella distante orbita a una velocidad de 300 mil millones de millas.
En su artículo en Nature, el Dr. Burdge y su equipo sugirieron que este agujero negro podría haber existido sin una explosión de supernova, tal vez colapsando “silenciosamente” sin expulsar a sus compañeros más cercanos. Esta teoría ha despertado el interés de los científicos, ya que sugiere nuevos mecanismos de creación de agujeros negros que aún no se han comprendido del todo.
Daniel Holz, astrofísico de la Universidad de Chicago, señaló que aunque es imposible, la naturaleza a menudo desafía la opinión. Este descubrimiento podría abrir un nuevo capítulo en la investigación de los agujeros negros.