El avión de pruebas X-59 Quiet SuperSonic Technology (Quesst) de la NASA ha alcanzado un hito de prueba con el primer encendido de su motor. Desde finales de octubre, los ingenieros de las instalaciones Skunk Works de Lockheed Martin en Palmdale, California, han estado realizando pruebas de motor por fases para evaluar el rendimiento y la integración del sistema del X-59. Estas pruebas marcan un paso importante hacia el vuelo del primer avión, aunque aún no se conoce la fecha oficial de este evento.
Pruebas de motor y calificaciones de rendimiento
Las pruebas del motor comenzaron con el funcionamiento a baja velocidad, lo que permite a los ingenieros comprobar si hay fugas y garantizar que los sistemas críticos, como los componentes hidráulicos y eléctricos, funcionen correctamente mientras el motor está en marcha. Una vez que se completaron las comprobaciones básicas, el motor X-59 se encendió por completo para la primera prueba. Jay Brandon, ingeniero jefe del X-59 de la NASA, explicó que las pruebas sirvieron como “calentamiento” para garantizar que el motor funcionaba correctamente y soportaba varias funciones críticas de vuelo.
El avión está propulsado por un motor F414-GE-100 modificado, una variante de la serie F414 utilizada en el Boeing F/A-18 Super Hornet de la Marina de los EE. UU. Para predecir los niveles de sonido que podría producir el X-59, la NASA utilizó aviones F/A-18 para simular el sonido único del avión, que es más silencioso que los estampidos sónicos convencionales.
Elementos de diseño y objetivos
El X-59 está diseñado para alcanzar Mach 1,4, con una altitud objetivo de 55.000 pies. Su morro largo y flexible (más de 11 metros) está diseñado para reducir el sonido de los “estallidos sónicos” en lugar del ruido destructivo normalmente asociado con los cruceros supersónicos. En su diseño, el X-59 puede admitir cambios de control que permitan vuelos más silenciosos a gran altitud en áreas densamente pobladas.
En enero de 2024, la NASA presentó el diseño de cabina modificado del X-59, que no tiene ventana orientada hacia adelante. Para compensar, los pilotos confían en el “Sistema de Visión Externa” que proporciona la primera vista con una pantalla digital, que combina la transmisión de la cámara con la realidad aumentada. Pam Melroy, administradora adjunta de la NASA, expuesto Esta tecnología es una forma de superar las limitaciones de visibilidad debidas al diseño de la aeronave.
Próximos pasos e investigación comunitaria
Las próximas fases de pruebas examinarán las respuestas de la aeronave a diversas condiciones simuladas e incluirán pruebas de rodaje para garantizar operaciones en tierra sin problemas. Una vez en el aire, el X-59 sobrevolará ciudades seleccionadas de EE. UU. para medir la reacción del público ante su perfil silencioso. Los datos recopilados respaldarán el objetivo de la NASA de demostrar un avión de gran altitud y bajo ruido para futuras aplicaciones comerciales.