El telescopio Chandra de la NASA detecta una extraña explosión de ‘nudos’ de chorros cerca de un agujero negro

Un estudio reciente de chorros de agujeros negros realizado por el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA identificó patrones brillantes o “nudos” en estos chorros, cada uno de los cuales muestra una variación inesperada en la velocidad. El análisis, dirigido por David Bogensberger, astrónomo de la Universidad de Michigan, examinó décadas de datos de Chandra sobre el agujero negro supermasivo en el corazón de la galaxia Centauro A, que tiene unos millones de años a 12 años luz de la Tierra.

Concepto de ‘nudos’ luminosos que se mueven a velocidades variables

Hallazgos, eso fue publicado en The Astrophysical Journal, revela que los nudos de estos chorros, que expulsan energía del agujero negro, se mueven más rápido en los escaneos de rayos X en comparación con las longitudes de onda de radio. Por ejemplo, algunos nudos registraron el 94 por ciento de la velocidad de la luz en una placa de rayos X, que es más del 80 por ciento de la velocidad observada en las ondas de radio. Según el estudio, estos descubrimientos proporcionan una visión única de la mecánica del chorro de un agujero negro, ya que las ondas de rayos X revelan cosas que no son visibles en otros grupos espectrales.

Desafíos de financiación para el programa de rayos X de la NASA

La investigación se produce cuando la NASA enfrenta recortes presupuestarios que podrían afectar las operaciones en el Observatorio Chandra. Mientras continúan las elecciones presidenciales de Estados Unidos y las negociaciones sobre el presupuesto federal, el futuro financiero de Chandra sigue siendo incierto. A pesar de estos desafíos, el telescopio, que ahora está funcionando con un presupuesto hasta 2024, continúa proporcionando datos importantes, destacando su papel en el estudio de eventos cósmicos distantes.

Mecánica del chorro de la galaxia Centaurus A y el agujero negro

Descubiertos por primera vez en el siglo XIX, los chorros de Centaurus A fueron cartografiados posteriormente con radiotelescopios en el siglo XX. De ellos, un chorro se dirige hacia la Tierra, mientras que el “contrarreactor” más débil se aleja de ella. El movimiento y los cambios de brillo en los nudos de Centaurus A son consistentes con observaciones previas de los chorros interestelares de M87, donde el brillo aumentó antes de atenuarse con el tiempo.

El estudio arroja nueva luz sobre cómo las fuerzas gravitacionales y de rotación alrededor de los agujeros negros influyen en la formación de chorros, brindando a los astrónomos nuevas formas de comprender tales procesos en diferentes galaxias. Los estudios futuros pueden aclarar aún más si el comportamiento del nudo es causado por las fuerzas internas del chorro o por fuerzas externas, como el material interestelar.

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