El aumento de la actividad solar ha llevado al rápido despliegue de tres CubeSats del Programa Espacial Binario de la Universidad de Curtin. Estos pequeños satélites, que operaban en la parte baja de la Tierra, fueron diseñados para durar al menos seis meses. Sin embargo, debido a las fuertes condiciones solares, fueron destruidos en dos meses, acortando enormemente su carrera científica.
Los CubeSats como Binar-2, 3 y 4 son vulnerables a la climatología espacial porque no cuentan con equipos para evitar el arrastre de la atmósfera provocado por el sol. El programa de satélites lanzó Binar-1 en 2021 durante una actividad solar baja, lo que le permitió pasar un año completo en órbita.
La ciencia detrás del trabajo de un día
como un informe Según The Conversation, la actividad solar, incluidos eventos como erupciones solares, manchas solares y el viento solar, sigue un ciclo de 11 años impulsado por la gravedad del Sol. Esta fase, conocida como “ciclo solar 25”, ha mostrado niveles de actividad sin precedentes, actualmente más de 1,5 veces más de lo esperado. Esto no sólo ha afectado a los satélites binarios sino también a operaciones más grandes como la constelación Starlink y la Estación Espacial Internacional, las cuales requieren ajustes continuos para evitar una resistencia excesiva.
Efecto del clima espacial en los satélites y la Tierra
Más actividad solar producir Altos niveles de radiación ionizante y partículas cargadas. Esto puede dañar la electrónica sensible de los satélites, interrumpir las comunicaciones por radio y aumentar la exposición a la radiación de los científicos. El sistema solar también ha expandido la atmósfera de la Tierra hacia afuera, lo que ha provocado que más satélites sean atraídos hacia la atmósfera inferior de la Tierra. Esto afecta a muchos satélites pequeños, que carecen de la capacidad de cambiar su altitud.
La actividad solar reciente también ha creado auroras más visibles, y estas luces atmosféricas aparecen más cerca del ecuador de lo que se había visto en décadas.
Ideas futuras para actividades espaciales
A pesar de los problemas actuales, se espera que la actividad solar disminuya gradualmente, hasta al menos 2030. Esta relajación puede proporcionar buenas condiciones para actividades futuras. En respuesta a las condiciones actuales, se ha comenzado a trabajar en futuras operaciones binarias, que pueden beneficiarse de un entorno climático más predecible.