Así es como el telescopio espacial James Webb nos ayuda a mirar atrás en el tiempo

Mirar el espacio permite a los científicos vislumbrar el pasado del universo. Esto es posible porque la luz necesita tiempo para recorrer las largas distancias del universo. Al capturar la luz de los cuerpos celestes, los telescopios actúan como ventanas a períodos anteriores de la historia del universo.

La luz viaja a unos 186.000 kilómetros (300.000 kilómetros) por segundo. A pesar de esta increíble velocidad, la gran distancia del espacio hace que la luz tarde mucho en llegar a la Tierra. Por ejemplo, la Luna está a 239.000 km de la Tierra y su luz tarda 1,3 segundos en llegar. De manera similar, la luz de Neptuno, el planeta más distante de nuestro sistema solar, tarda unas cuatro horas en llegar hasta nosotros.

Medición de distancias galácticas en luz

Dentro de la Vía Láctea, las distancias se expresan en años luz, que es la distancia que recorre la luz en un año. Próxima Centauri, la estrella más cercana de nuestro sistema planetario, está a más de cuatro años luz de distancia. Prestarle atención revela cómo apareció hace cuatro años, cuando la luz que vemos hoy comenzó su recorrido en aquel momento.

Los cuellos de las estrellas fuera de la Vía Láctea son aún más distantes. La galaxia de Andrómeda, la vecina más cercana de la Vía Láctea, está a unos 2,5 millones de años luz de distancia. Cuando los científicos estudiar En Andrómeda ven una luz que comenzó su viaje antes de que los primeros humanos vagaran por la Tierra.

La antigua luz del universo

El Telescopio Espacial James Webb tiene la capacidad de ver la luz de galaxias a miles de millones de años luz de distancia. Esta luz comenzó cuando el universo aún estaba comenzando, y esto permitió a los astrónomos estudiar sus primeros pasos. Las observaciones de cúmulos de estrellas tan distantes proporcionan información valiosa sobre la evolución del universo durante sus 13.800 millones de años de historia.

La investigación astronómica que utiliza telescopios como Webb ha revolucionado nuestra comprensión del tiempo y el espacio, permitiéndonos profundizar en los orígenes y la evolución actual del universo.

Fuente