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Cuando probamos colchones, contamos con un proceso establecido que evalúa factores clave, incluida la firmeza, la sensación y el rendimiento. Probamos la resistencia del borde de la cama sentándonos y acostándonos en el borde. Probamos la movilidad rodando sobre el colchón con un vaso de agua junto al borde. Estas son las cosas que hacemos con todas las camas que probamos. Los mejores colchones para personas que duermen combinadas pasan por un proceso de prueba especial. Nos sumergimos más en la construcción de la cama, prestando atención a cada capa que contribuye al proceso de enfriamiento.
1. Consolidar: Nos acostamos en cada colchón y utilizamos nuestro conocimiento adquirido en pruebas de más de 200 camas diferentes para determinar qué tan firme es. Analizamos qué tan blanda o dura se siente una cama en comparación con otros colchones. Es importante esperar hasta que el colchón esté completamente expandido después de sacarlo de la caja para obtener la verdadera firmeza.
2. Sentimiento: Aquí es donde nos ponemos manos a la obra con las camas. Tocamos y sentimos los colchones y vemos qué hace el material. ¿Es ligero y elástico como la espuma de látex, o blando y denso como la espuma viscoelástica?
3. Persistencia: No dormimos en el colchón que probamos todos los días durante años, por lo que es difícil saber cuánto durará cada cama. Podemos hacernos una idea de lo bien que aguantará una cama observando su construcción. Las camas con espirales de acero son generalmente más duraderas y resistentes que los colchones de espuma.
4. tipo de cuerpo: Utilizamos la construcción y el tacto para determinar la idoneidad de una cama para una persona embarazada. Los colchones híbridos con espirales de acero suelen ofrecer más apoyo y durabilidad, lo que es una ventaja para las personas más pesadas que buscan una cama de calidad.
5. Posición para dormir: Nos ponemos físicos y nos movemos alrededor del colchón, probando cada posición para dormir: de lado, boca arriba, boca abajo y combinada.
6. Aislamiento de movimiento: Con una o dos personas en el colchón, saltamos y rebotamos para ver cuánto movimiento se puede encontrar en la cama. También utilizamos la técnica de colocar una taza de agua en el borde de la cama y hacerla rebotar para ver cuánto se mueve.
7. Soporte de borde: Analizamos los materiales del colchón y nos acostamos físicamente en cada borde del colchón para tener una idea de qué tan bien nos mantiene fuertes y cómo no nos caemos del borde.
8. Temperatura: Utilizamos camas calientes para probar y demostrar qué tan fresca es la cama. También examinamos sus materiales y construcción para ver si una marca ha agregado algo para que sea más fresco para dormir.
9. Oler: Algunos colchones pueden desprender un olor interesante. Usamos nuestras confiables narices para probar esta característica.
Lea más sobre cómo probamos los colchones.