Antigua llanura funeraria en Siberia descubierta con evidencia de sacrificio humano: un estudio

Se ha desenterrado un túmulo funerario de 2.800 años de antigüedad en el sur de Siberia, lo que arroja nueva luz sobre las antiguas prácticas funerarias. El yacimiento encontrado en Tuvá contiene los restos de un dignatario enterrado y de una persona sacrificada, así como 18 caballos. Los arqueólogos asocian estos hallazgos con las antiguas costumbres funerarias de los escitas. Este pueblo nómada era conocido por sus elaboradas costumbres, que a menudo incluían sacrificios para honrar a sus muertos. Este descubrimiento es uno de los primeros ejemplos de tales técnicas, que data del período de transición entre la Edad del Bronce y la Edad del Hierro.

Costumbres similares al entierro escita

El túmulo funerario, o kurgan, es importante porque recientemente se asoció con la cultura escita. Descubrir En el “Valle de los Reyes de Siberia”, este sitio presenta motivos de equitación, así como decoraciones de animales. Algunos de los caballos encontrados todavía tenían trozos de cobre en la boca, lo que demuestra que eran utilizados en la vida de los escitas.

La presencia de estos objetos sugiere que en esta zona pudo haberse originado la cultura escita, que se extendió hacia Occidente siglos después, según estudiar publicado en la revista Antigüedad.

Sacrificio humano y de caballos

Los rituales de sacrificio parecen ser una parte importante de este entierro, y en el sitio se han encontrado restos humanos y de caballos. Los investigadores encontraron los restos de una mujer, que se cree que fue sacrificada como parte de un ritual funerario.

Es posible que los caballos fueran asesinados y enterrados con los nobles muertos para acompañarlos al más allá. Estos descubrimientos concuerdan con la descripción de historiadores antiguos como Heródoto, quien escribió sobre la práctica escita de sacrificar animales y sirvientes para sus reyes.

Información de arqueólogos

El estudio fue dirigido por Gino Caspari, arqueólogo de la Universidad de Berna en Suiza. Caspari y su equipo creen que este descubrimiento proporciona evidencia importante sobre los orígenes tempranos de la cultura escita. Mediante datación por radiocarbono, determinaron que el entierro data de finales del siglo IX a.C., lo que lo convierte en uno de los primeros ejemplos de este tipo de rituales encontrados hasta el momento.

Fuente