Observaciones recientes realizadas por la nave espacial ER-2 de la NASA nos han brindado una mirada en profundidad a los rayos gamma emitidos por las tormentas eléctricas. Este vuelo a gran altitud, sobrevolando nubes de tormenta en el Caribe y América Central, ha capturado vistas de explosiones de radiación invisibles, proporcionando nuevos conocimientos sobre su naturaleza y características. Los diez vuelos de la nave espacial revelaron que las formas de producción de rayos gamma conocidas anteriormente son más complejas y ocurren con más frecuencia de lo que los científicos esperaban.
Problemas con los rayos gamma
Investigadores Identificaron dos tipos principales de rayos gamma: los estallidos de rayos gamma terrestres (TGF), que son estallidos de corta duración pero potentes, y los rayos gamma, que emiten emisiones débiles pero intensas que duran mucho tiempo. Los datos del ER-2 también revelaron una nueva clase: los estallidos de rayos gamma, que producen una región intermedia de luz y tiempo.
David Smith, físico de la Universidad de California en Santa Cruz, expresó su sorpresa por estos hallazgos y los calificó como los más importantes en este campo en más de una década.
Una vista panorámica de una tormenta
ER-2 ascendió unos 20 kilómetros (12,4 millas) durante su misión. Esto le permitió observar la actividad de rayos gamma de las tormentas en un lugar único. Dado que el avión cuenta con equipos de transmisión de datos en tiempo real, el avión también puede visitar áreas donde la actividad de rayos gamma era alta. Esto conduce a una comprensión más amplia.
Los investigadores descubrieron que la radiación de rayos gamma puede durar horas y cubrir grandes áreas, midiendo miles de kilómetros cuadrados. En particular, se descubrió que esta luz fluctúa fuertemente durante segundos, desafiando las teorías anteriores sobre su estabilidad.
Nuevos descubrimientos e implicaciones
El estudio también reveló que muchos TGF eran demasiado débiles para ser detectados por satélite, lo que sugiere que observaciones anteriores pueden haber subestimado su prevalencia. Este descubrimiento podría revolucionar nuestra comprensión de la producción de rayos gamma durante las tormentas.
Los brillantes rayos gamma, que forman pulsaciones de alta velocidad, proporcionan pistas importantes sobre la mecánica de las galaxias. Muchos de estos destellos fueron seguidos de cerca por relámpagos, lo que indica una posible conexión entre los dos. Los investigadores plantean la hipótesis de que estas emisiones de vapor pueden actuar como precursoras de los rayos, lo que puede afectar las corrientes eléctricas dentro de las nubes de tormenta.