Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han revelado dispositivos portátiles básicos que podrían revolucionar el tratamiento de enfermedades neurológicas, incluida la esclerosis múltiple (EM). Estos pequeños dispositivos, que rodean neuronas individuales, imitan la función de la mielina natural y restauran la señal eléctrica interrumpida por enfermedades neurodegenerativas. Los dispositivos, que no tienen batería y funcionan con luz, ofrecen una nueva forma de monitorear y modular la actividad neuronal en el cuerpo.
Mielina sintética para axones dañados
Como informe Según Neuro Science News, estos pequeños dispositivos están hechos de un polímero blando que se dobla y se adhiere a los axones y dendritas cuando se exponen a ciertas longitudes de onda de luz. Esta acción única permite que el dispositivo cubra las células nerviosas sin dañar los delicados componentes celulares. Según Deblina Sarkar, directora del Laboratorio Nano-Cybernetic Biotrek del MIT, este diseño es un paso hacia la creación de redes neuronales simbióticas que funcionan a nivel celular. “Nuestra tecnología permite establecer conexiones íntimas con las neuronas, adaptándose a sus complejas estructuras”, explica Sarkar. Al envolverse alrededor de los axones (el “cable” nervioso responsable de transmitir impulsos eléctricos), el dispositivo puede actuar como una mielina artificial, restaurando potencialmente la función de los nervios dañados.
Avances en Microelectrónica
Para confeccionar estas prendas, los investigadores utilizan azobenceno, un material no tóxico. Cuando las películas de azobenceno se exponen a longitudes de onda específicas, forman microtubos rodeados de neuronas. La autora principal, Marta JI Airaghi Leccardi, que ahora es Innovation Fellow de Novartis, destaca que el grupo ha creado una técnica que es suficiente para producir miles de estos pequeños dispositivos sin una sala limpia de semiconductores. “Este avance significa que podemos producir en masa dispositivos celulares portátiles para uso terapéutico”, afirma Leccardi.
Aplicaciones y oportunidades futuras
Los investigadores del MIT son optimistas sobre la posibilidad de combinar estos dispositivos con sensores avanzados, lo que podría abrir nuevas vías para la terapia cerebral no invasiva. Es posible que algún día los dispositivos ayuden a médicos e investigadores a monitorear señales eléctricas, ópticas e incluso térmicas de las neuronas, proporcionando una comprensión más profunda de la actividad cerebral. Flavia Vitale, profesora asistente de la Universidad de Pensilvania, calificó la investigación como “una base interesante” para futuras aplicaciones in vivo, donde las herramientas pueden ayudar a tratar enfermedades neurodegenerativas de manera más efectiva.