Una supernova, el final explosivo del ciclo de vida de una estrella, tiene el potencial de afectar planetas cercanos, incluida la Tierra. Si la estrella se moviera en las proximidades de nuestro planeta, la radiación que emite podría tener efectos nocivos para la vida tal como la conocemos. Sin embargo, cualquier amenaza significativa dependería de la distancia y el tipo de estrella. Una supernova tendría que estar a unos 25 o 30 años luz de la Tierra para alterar la atmósfera hasta el punto de causar graves daños ambientales, principalmente a través de la destrucción del sistema solar, que nos protege de los dañinos rayos ultravioleta (UV). Afortunadamente, en esta región de la Tierra no existen estrellas con potencial cercano a la supernova.
Peligros de supernova y distancia
Betelgeuse, situada a 650 años luz de distancia, es uno de los candidatos más destacados, pero su distancia significa que no representa una amenaza real. Si explota, producirá un espectáculo espectacular, pero inofensivo, visible desde la Tierra. seguir Según el astrónomo profesor Paul Sutter, la estrella más cercana que podría ser peligrosa es Spica, que se encuentra a 250 años luz de la Tierra, una distancia que podría suponer una grave amenaza para el medio ambiente de nuestro planeta.
Posibles efectos de una supernova cercana
Si una estrella explotara en un radio crítico de 30 años luz, las consecuencias podrían ser graves. La radiación emitida, incluidos los rayos X, los rayos gamma y los rayos cósmicos, puede alterar los enlaces moleculares en la atmósfera terrestre. Esta alteración puede conducir a la formación de óxidos de nitrógeno, que se sabe que agotan la capa de ozono. A medida que la capa de ozono se debilita, la radiación dañina del Sol se volvería más intensa, amenazando la vida de los organismos fotosintéticos y dañando potencialmente el medio ambiente.
El peligro de las explosiones de rayos gamma
Aunque son raros, los estallidos de rayos gamma (GRB) también se destacan por su potencial destructivo. Como resultado de hipernovas o fusiones de estrellas de neutrones, estos eventos emiten una poderosa radiación que puede alcanzar miles de años luz. Aunque los GRB son difíciles de predecir y poco comprendidos, plantean un riesgo mayor debido a su alta energía, que puede poner en peligro la vida en la Tierra incluso desde lejos.
La visión a largo plazo y el contexto galáctico
A medida que la galaxia pasa por el brazo de Orión de la Vía Láctea, los astrónomos sugieren que puede aumentar la posibilidad de que haya una supernova cercana. A pesar de esto, las posibilidades de que la Tierra experimente un evento de supernova cercano y peligroso siguen siendo bajas y se estima que ocurre solo unas pocas veces cada mil millones de años. Aunque es imposible, un evento de supernova en esta zona podría cambiar el entorno de la Tierra, como dicen algunos científicos que ocurrió durante el gran evento de extinción hace unos 360 millones de años.