El odio está alimentado por tendencias xenófobas.

Una línea tan fina hacia la negatividad: ¿son los sudafricanos xenófobos o, con sus voces fuertes e inusuales, son patrióticos?

Debido al concurso de belleza, hubo una tormenta en una taza de té.

El certamen de Miss Sudáfrica ha ido y venido y la sensación internacional de que desde entonces el mundo ha decidido quiénes somos en función de cómo se reciben determinadas reacciones.

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O una firme negativa a creer en algo que estaba destinado sólo a Sudáfrica, o algo que nunca habría causado esta explosión.

Todo esto plantea la pregunta: ¿cuándo la xenofobia es lo opuesto a la expectativa de respetar las leyes del país?

La verdad es que nosotros, como africanos, no sabemos amar.

Tal vez sea porque hemos estado tan ocupados aprendiendo cómo protegernos que nunca hemos aprendido cómo amarnos a nosotros mismos y a quienes nos rodean.

Aunque los años de lucha y opresión nos hicieron odiar, en realidad algún opresor hizo que la gente se sentara en sus asientos y concluyó la lección de vida diciendo “y así es como odiar, Yabú”.

Nadie nos enseñó a odiar, nosotros mismos nos enseñamos a odiar y, finalmente, tenemos que enseñarnos a amar.

Mientras nos odiamos, nos prendemos fuego y nos aterrorizamos porque yo soy de Sudáfrica y tú eres de Mozambique.

Los que nos oprimieron nos miran de lejos, se ríen de nosotros con el televisor en la mano.

¿Por qué alguien que quisiera ver una historia africana iría al cine cuando tenemos tragedia, comedia y terror, todo en uno?

Es el odio alimentado por tendencias xenófobas lo que nos impide alcanzar el éxito taquillero que deberíamos tener.

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¿Tenían razón el Ministro de Deportes, Arte y Cultura, Gayton McKenzie, y su guardaespaldas en su ruidosa respuesta a Chidimma Adetsina, o tenían razón sus ahora silenciosos partidarios?

Todo depende del código moral de cada uno. Todos son iguales ante la ley o el privilegio está reservado sólo a los ciudadanos naturales.

La cuestión siempre ha sido la legalidad de todo esto; La aplicación del problema puede ser el factor determinante.

Pero hoy, incluso la X negra celebra a una Miss Sudáfrica que no sólo reescribió la historia sino que también nos unió contra la posible infiltración de elementos extranjeros.

¿Hemos adoptado la posición de “cualquiera menos Nigeria”?

Pero tracemos una delgada línea entre patriotismo y xenofobia.

La ira en el concurso de Miss SA debe diagnosticarse adecuadamente y los síntomas tratarse adecuadamente.

En todo el mundo la paz y la búsqueda de la corona, la identidad y su adquisición, legalmente también cuestionadas… la trama se complica.

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