El Dr. Pimple Popper ayuda a un hombre a cumplir el sueño de su hija de llevarla al centro comercial después de que la trataran por uno de los “peores casos de psoriasis” que jamás haya visto.
Todos tenemos un amigo al que le encanta reventar las espinillas, y tienen algo en común con la Dra. Pimple Popper, excepto que ella es una doctora calificada. La pasión por lo que sale del cuerpo humano ha mantenido este programa de TLC durante los últimos seis años. Prepárense, compañeros poperos, en este último episodio el Dr. Lee ayuda a un hombre con “uno de los peores casos de psoriasis” que jamás haya visto.
Johnny quiere mejorar por un simple deseo: llevar a su hija al centro comercial.
Johnny, de Tallahassee, Florida, habla sobre su enfermedad y el impacto negativo que ha tenido en su vida en el episodio. Tiene psoriasis “de la cabeza a los pies”.
Claramente incapaz de dejar de picar incluso durante el rodaje, Johnny, frustrado, dice a las cámaras: “Mi piel se seca mucho y se agrieta todo el tiempo”. A menudo tiene que “rascarse en carne viva”.
Su enfermedad comenzó en 2002 con una simple cicatriz que encontró. Frustrado por lo que salió, acudió a la enfermera, quien le dio una botella de “agua bendita”.
Cuando eso no funcionó, Johnny acudió a un dermatólogo en 2017, quien confirmó que era psoriasis y probó otro tratamiento sin éxito.
La razón principal detrás del deseo de Johnny de recuperarse es su hija de 12 años, a quien le gusta que él “pase el rato en el centro comercial” con ella. Ella le da una charla de ánimo sobre la falta de tiempo que pasan juntos.
Su enojado padre le asegura que siempre está pensando en ella, pero la enfermedad no la detendrá.
“Pareces una persona diferente”
Johnny se reúne con el Dr. Lee para detallar su historia y él confirma que es “uno de los peores casos de psoriasis” que jamás haya visto.
Lee examina su cuerpo y confirma que las manchas blancas en su piel son “psoriasis en placas”. No podía dejar de rascarse cuando la mancha oscura era de las placas anteriores.
Sweet Johnny está impresionado por la interacción y dice que el Dr. Lee es “el primer médico que se sienta y habla conmigo durante tanto tiempo”. Lee le muestra cómo aplicar una inyección para ver cómo le va al paciente.
Ocho semanas después del tratamiento, visitamos a Johnny para ver a un hombre completamente nuevo. Sale de casa con el pelo fresco y sin manchas blancas.
“Pareces otra persona”, dice su hija y confirma: “Tienes buen aspecto”. ¡Antes de que pueda decirle es hora de ir al centro comercial y comprarle unos zapatos!
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