Después de un divorcio y problemas de salud, Kelly Clarkson ha vuelto más fuerte que nunca. Con una pérdida de peso significativa y una terapia posterior al divorcio, ha experimentado una transformación notable. Gracias a su estilista Mikaela Erlanger, su estilo ha evolucionado y ha recibido elogios de los fans. El traslado de Los Ángeles a Nueva York provocó un cambio sutil en su apariencia, lo que generó especulaciones sobre su pérdida de peso y su nueva apariencia.