Estudios recientes revelan que el cerebro humano puede tener una vida increíblemente larga, y algunos especímenes duran hasta 12.000 años. Alexandra L. Morton-Hayward, antropóloga forense de la Universidad de Oxford, dirigió un estudio que descubrió más de 4.400 instancias de humanos. cerebros conservados en varios sitios arqueológicos. Este hallazgo cuestiona la idea de que dicha preservación sea poco común, lo que sugiere que el cerebro viejo puede ser más común de lo que se pensaba anteriormente.
Descubriendo los secretos de la protección del cerebro
Morton-Hayward y su equipo analizaron el registro arqueológico a lo largo de los siglos y dividieron los cerebros conservados en cinco tipos según sus métodos de conservación. Estos incluyen congelación, secado, oscurecimiento de la piel, saponificación (formación de cera grave) y una quinta parte cuyo método de conservación aún se desconoce. Sorprendentemente, alrededor de un tercio de estos cerebros no encajaban en ningún grupo establecido, lo que muestra un patrón de preservación notable que puede explicar su longevidad.
El estudiar Descubrió que los cerebros conservados mediante métodos desconocidos tienden a durar más que los conservados mediante métodos conocidos. La mayoría de estos cerebros duraderos fueron descubiertos en humedales, como naufragios y lagos. El equipo especula que la química cerebral única y los cambios post mortem pueden contribuir a esta notable durabilidad. El estudio, publicado en Proceedings of the Royal Society B, destaca la posibilidad de descubrir más cerebros conservados en el futuro de la arqueología.
Tipos de conservación y su seguridad
Entre los métodos de conservación, los cerebros congelados y deshidratados generalmente tienen una vida útil más corta en comparación con los conservados mediante oscurecimiento de la piel o saponificación. El grupo “desconocido”, sin embargo, siempre muestra el cerebro más conservado. Esto sugiere que una mayor investigación sobre estos métodos de conservación desconocidos puede revelar nuevas formas de entender los fósiles humanos.
Además de aprender los tipos de almacenamiento, el investigación muestra que a medida que aumenta la edad del cerebro conservado, en general su número disminuye. Esta tendencia es particularmente evidente cuando se compara la cantidad de cerebros conservados mediante diferentes métodos de preservación.
Resultados futuros
Los nuevos conocimientos sobre la preservación del cerebro tienen importantes implicaciones para la arqueología y la ciencia forense. Sugieren que los cerebros conservados pueden encontrarse con más frecuencia de lo que se pensaba anteriormente, lo que proporciona información valiosa sobre la vida y el medio ambiente humanos antiguos. La investigación de Alexandra L. Morton-Hayward anima a los arqueólogos a examinar los cráneos en detalle durante las excavaciones, ya que el cerebro conservado puede proporcionar nuevos conocimientos sobre el pasado. Esta poderosa investigación abre oportunidades para estudios futuros y puede redefinir la forma en que abordamos el estudio de restos humanos antiguos.