Raleigh Rukavina, una TikToker y empresaria con sede en Colorado, se ha visto en el centro de una controversia viral después de que la diseñadora de su vestido de novia, Senderra Ka’Zantia, la acusara de no pagar su vestido de novia. Las acusaciones del diseñador, que se difundieron en las redes sociales, provocaron una gran polémica y ambas partes ofrecieron declaraciones contradictorias sobre lo sucedido.
El drama comenzó cuando Senderra Ka’Zantia, una diseñadora de vestidos de novia de alta costura, recurrió a TikTok para criticar a Raleigh Rukavina por supuestamente negarse a pagar el saldo restante de su vestido de novia después de que se lo entregaron. En un video que rápidamente se volvió viral, Ka’Zantia afirmó que Rukavina tomó la camiseta, pero luego la bloqueó en todas las plataformas de redes sociales, haciendo imposible que los diseñadores pudieran comunicarse con ella. Ca’Zantia describió la situación como un robo y afirmó: “Es un vestido de novia y en este momento ella no regresa y paga el saldo, por lo que el vestido es robado”.
Escuchas sobre una mujer que se escapó con su vestido de novia. pic.twitter.com/QcsEOVOugb
– Sra. Satoru (@TheeAnimeGuru_) 26 de agosto de 2024
Raleigh Rukavina, quien recientemente se casó con DJ Wells en Mack, Colorado, el 24 de agosto de 2024, no respondió a las acusaciones públicas. En cambio, desactivó sus cuentas de TikTok e Instagram, dejando a muchos preguntándose sobre su versión de los hechos. Sin embargo, su hermana McKenzie ha dado un paso al frente para defenderlo, ofreciendo una historia alternativa al drama que se desarrolla.
Según McKenzie, la culpa no es de su hermana, sino del diseñador, quien, según ella, canceló la prueba final solo dos días antes de la cita y no asistió a la siguiente sesión de Zoom. McKenzie también afirmó que el vestido llegó sólo dos días antes de la boda, después de lo que describió como una serie de errores, incluido el suministro de un número de seguimiento falso. Cuando llegó el vestido, dijo que era “al menos dos tallas más pequeño”, lo que obligó a la familia a buscar un cambio de ropa de último momento.
En respuesta, una fuente de la empresa de Ca’Zanthia, Casze, cuestionó la versión de los hechos de McKenzie. Reconocieron que Rukavina había realizado un pago por adelantado, pero negaron que se hubieran programado reuniones de Zoom o arreglos adicionales. También aclararon que el problema con el número de seguimiento fue un error técnico y no un acto intencional. Además, insisten en que el vestido se lo puso Rukavina durante su prueba final y debe quedarle perfecto. La fuente afirmó que después de la entrega de la ropa, tomaron fotografías de Rukavina vistiendo la ropa, contradiciendo las afirmaciones de que no le quedaba.
La controversia se intensificó y Ca’Zanthia abrió una página de GoFundMe para recuperar las pérdidas financieras que dice haber sufrido por la situación. En la página de recaudación de fondos, acusó a Rukavina de utilizar “tácticas sin escrúpulos y poco éticas” y dijo que ahora enfrenta serios problemas financieros, incluida la necesidad de contratar a un abogado para recuperar el vestido o asegurar el pago. Actualmente, la campaña GoFundMe ha recaudado más de $900 para alcanzar la meta de $12,500.
Sin embargo, McKenzie cuestiona la cantidad que Ca’Zantia exigió, diciendo que el costo total del vestido fue de sólo $6,290, de los cuales $3,774 ya habían sido pagados. También afirmó que su hermana y su madre intentaron devolver el vestido pero encontraron resistencia por parte de los diseñadores, lo que complicó aún más la situación.
Mientras la disputa continúa, ni Riley Rukavina ni Ka’Zantia han llegado a una resolución. La situación sigue siendo un tema candente en las redes sociales, con opiniones divididas sobre quién es realmente el culpable. Lo que comenzó como una controversia sobre los vestidos de novia ahora se ha convertido en un espectáculo público, destacando los posibles peligros y peligros del trabajo de diseño personalizado en la era de las redes sociales.