La vida solitaria de Diddy: pocas comidas, duchas limitadas y restricciones estrictas en una prisión de Brooklyn

Sean ‘Diddy’ Combs, el alguna vez célebre magnate de la música, ahora enfrenta una realidad muy diferente tras las rejas después de su arresto por cargos de tráfico sexual y extorsión. Retenido en la cárcel MCD de Brooklyn, la solicitud de libertad bajo fianza de Diddy fue denegada por el juez de distrito estadounidense Andrew L. A Carter se le negó debido a preocupaciones sobre la seguridad de posibles testigos. A pesar de las amplias ofertas de su abogado, incluida una fianza de 50 millones de dólares, monitoreo por GPS y estrictas restricciones de visitas, el juez Carter dictaminó que los riesgos asociados con la manipulación de testigos superaban cualquier condición de liberación.

Desde su encarcelamiento, Diddy ha sido sometido a las mismas condiciones que los demás reclusos, incluida la comida estándar de tres comidas de la prisión. Su vida en prisión contrasta fuertemente con el lujo que alguna vez disfrutó, lo que genera curiosidad sobre su existencia diaria tras las rejas.

Según los informes, la primera comida de Diddy en MCD Brooklyn consistió en pastel de carne sueco, fideos de huevo, judías verdes y ensalada con aderezo. El menú también ofrecía una opción vegetariana, una hamburguesa de frijoles negros, por la que Diddy no optó. Junto con la comida, recibió una bebida de 16 onzas, que brinda un servicio de alimentación básico pero estandarizado a todos los reclusos.

La rutina diaria del rapero dista mucho de ser cómoda. Actualmente se encuentra recluido en régimen de aislamiento, donde los funcionarios de la prisión le entregan la comida directamente en su celda. Su tiempo libre se limita a sólo una hora al día, lo que le permite una interacción mínima con el entorno exterior. Además, a Diddy sólo se le permiten ducharse tres veces por semana, lo que supone un alejamiento significativo de las libertades personales a las que estaba acostumbrado.

Échale toda la culpa a Diddy. La acusación formal alega que usó su “poder y autoridad” para obligar tanto a mujeres como a hombres a participar en eventos sexuales impulsados ​​por las drogas llamados “Freak Offs”. Estas reuniones, que supuestamente organizaba Diddy, a veces duraban varios días e implicaban medidas extremas como el uso de líquidos intravenosos para ayudar a los participantes a recuperarse. La acusación también alega que Diddy mantuvo una red de asociados y empleados que ayudaron en sus acciones, utilizando tácticas como chantaje, violencia, secuestro, incendio provocado y agresión física para silenciar a sus víctimas.

A medida que se desarrollan las pruebas, Diddy se queda solo y aislado del mundo que una vez dominó. Su estilo de vida actual contrasta marcadamente con su imagen anterior como ícono de la música y la moda, ahora reducida a una rutina dictada por el sistema penitenciario. Con la atención puesta en su caso, el destino de Diddy está en juego, ya que los graves cargos en su contra podrían conducir a largas penas de prisión si es declarado culpable.

La dura realidad de la situación de Diddy pone de relieve las nefastas consecuencias para los acusados ​​de crímenes tan atroces. Si bien su futuro sigue siendo incierto, los detalles de su vida actual en prisión ofrecen un vistazo a las sombrías condiciones que aguardan a las personas de alto perfil cuando caen en desgracia.

Shivam Kumar

La vida solitaria de Diddy: pocas comidas, duchas limitadas y restricciones estrictas en una prisión de Brooklyn

Hola, soy Shivam Kumar. Estudio Periodismo en la Universidad IP. Me encanta escribir y espero aprender más sobre ello. También me encanta viajar y experimentar cosas nuevas todos los días….



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