Por primera vez, el Telescopio Espacial James Webb (JWST) puede haber descubierto enanas marrones, conocidas como “estrellas fallidas”, fuera de nuestra Vía Láctea. Este descubrimiento proporciona una nueva perspectiva sobre la formación de estrellas y las condiciones del universo temprano. Las enanas marrones son raras. Son más grandes que los planetas pero más pequeños que las estrellas. Estos objetos se forman de la misma manera que las estrellas, acumulando gas y polvo, pero carecen de la masa necesaria para iniciar una fusión nuclear. Esto las deja oscuras, frías y con apariencia de estrella, pero carecen del brillo y el poder de las verdaderas estrellas. Normalmente, las enanas marrones son entre 13 y 75 veces más masivas que Júpiter, lo que las hace más grandes que la mayoría de los planetas pero menos poderosas que las estrellas.
Ver NGC 602 pronto
Utilizando su cámara de infrarrojo cercano, JWST se centró en una pequeña galaxia, NGC 602, ubicada en la Pequeña Nube de Magallanes (SMC), una de las vecinas más cercanas de nuestra galaxia. Dentro de esta galaxia, los investigadores han encontrado alrededor de 64 objetos que calificarían como enanas marrones. Cada uno tiene una masa entre 50 y 84 veces la de Júpiter. Esto sitúa por primera vez a las enanas marrones en galaxias más allá de nuestra Vía Láctea. Trae un gran éxito a los astrólogos.
Por qué es importante el descubrimiento
Este cúmulo, NGC 602, tiene una estructura similar a la del universo primitivo. Tiene menos elementos más pesados que el hidrógeno y el helio, lo que indica las condiciones previas a que las estrellas modernas enriquecieran el universo con elementos más pesados. Aprendiendo Estas enanas marrones pobres en hierro pueden revelar por qué ciertas estrellas no logran encenderse, añadiendo otra dimensión a nuestra comprensión de la evolución del universo. El descubrimiento también puede explicar por qué las enanas marrones son tan comunes en la galaxia, posiblemente superando en número a las propias estrellas.
Descubriendo los secretos de la formación estelar
NGC 602 ofrece una oportunidad única para estudiar la formación de estrellas en condiciones similares a las del universo primitivo. Este avance podría acercarnos a la comprensión de cómo evolucionaron las estrellas y los planetas en el complejo universo primitivo.